The Science of Breeding Tortoises

//Versión en español abajo.//

THE ORIGIN OF LIFE: Brand new state- of-the-art incubators at the Giant Tortoise Breeding Center in Santa Cruz maintain a constant temperature for fragile eggs like the one below. © Galápagos Conservancy

Galápagos Conservancy and our local partner Conservando Galápagos have a unique and critical role to conserve the Archipelago. We have a joint agreement with the Galápagos National Park Directorate to rewild all 13 extant species of the iconic Galápagos Giant Tortoises. To accomplish this, we use every tool available to accelerate the process of breeding, incubating, hatching, and rearing tortoises.

To recover Critically Endangered Galápagos Giant Tortoise populations, an innovative captive breeding and rearing program was launched in 1965 on Santa Cruz Island. Later, Breeding Centers opened on Isabela and San Cristóbal Islands. Eggs are either brought from the wild into the Centers for hatching, or tortoises are encouraged to breed in captivity. The eggs are hatched and reared until the age of five when the tortoises are large enough to ward off predators. At that point, they are released into the wild.

Temperature within the incubators is critically important for both the survival of the growing embryos and to determine the sex of the hatchlings. In the wild, Galápagos Giant Tortoise eggs are incubated within the range of 72-93°F. Temperatures around 78°F produce mostly males, and 85°F produce mostly females. We aim to breed more females to rapidly increase the population of tortoises for wild release.

In the beginning of the breeding program, artisanal solar incubators built of wood and lined with cement were used to hatch baby tortoises. Later, electric hair dryers connected to timers were used to maintain a consistent ambient temperature for the eggs. Finally, in 2017, Iniciativa Galápagos supported the modernization of the Breeding Centers in Santa Cruz and Isabela — with a new sophisticated automated incubator system that uses microcomputers to control and regulate the temperature in the incubators.

The program’s first major success was in 1970, when the first 20 baby tortoises born in captivity were released to Pinzón Island. Since then, almost 9,000 juvenile tortoises have been released to their islands of origin. As many as a third of all Galápagos Giant Tortoises living in the wild today owe their existence to captive rearing operations. Because many threats to Giant Tortoises persist and tortoises remain at only 10% of their original abundance, the Galápagos National Park, with the support of Galápagos Conservancy and Conservando Galápagos, will continue to maintain three Breeding Centers. We are delighted to announce the re-opening of the San Cristóbal Breeding Center in 2023! Today, the Breeding Centers host an additional 2,200 juvenile tortoises who will be released into the wild one day soon, with thousands more to come after them.

EL ORIGEN DE LA VIDA: Las nuevas incubadoras de última generación del Centro de Reproducción y Crianza de Tortugas Gigantes de Santa Cruz mantienen una temperatura constante para huevos frágiles como el de abajo. © Galápagos Conservancy

La ciencia detrás de la crianza de tortugas gigantes

Galápagos Conservancy y su filial Conservando Galápagos cumplen un rol único y esencial en la conservación de la biodiversidad del Archipiélago de Galápagos. Gracias a un acuerdo conjunto con la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), dirigimos nuestros esfuerzos para asegurar la recuperación y conservación de las 13 especies existentes de las emblemáticas tortugas gigantes de Galápagos. Para lograrlo, nos valemos de todas las herramientas y tecnología disponible que nos permite acelerar el proceso de reproducción, incubación, eclosión y crianza de las tortugas.

Con la intención de recuperar las poblaciones de tortugas gigantes de Galápagos en peligro crítico, en 1965 se puso en marcha un innovador programa de reproducción y crianza en cautiverio en la isla Santa Cruz, y posteriormente también se abrieron Centros de Reproducción y Crianza en las islas Isabela y San Cristóbal. Los huevos se recogen en la naturaleza y son transportados a los Centros para ser incubados, pero también allí se fomenta la reproducción de tortugas en cautiverio. Una vez que los huevos eclosionan y nacen las nuevas tortuguitas, permanecen en cautiverio aproximadamente unos cinco años hasta que son lo bastante grandes para protegerse de los depredadores. En ese momento, se las libera en la naturaleza en sus islas de origen.

La temperatura dentro de las incubadoras es de vital importancia, tanto para la supervivencia de los embriones en crecimiento como para determinar el sexo de las nuevas tortuguitas. En la naturaleza, los huevos de las tortugas gigantes de Galápagos se incuban a una temperatura promedio de 28-29°C. Se producen principalmente machos a 28°C, mientras que a los 29°C se producen mayormente hembras. Nuestro objetivo es conseguir más hembras para lograr un aumento rápido de la población de tortugas cuando sean liberadas en la naturaleza.

Para incubar los huevos de tortugas, al principio del programa se utilizaron incubadoras solares artesanales, construidas con madera y revestidas de cemento. Adicionalmente, se utilizaron secadoras eléctricas de pelo conectadas a temporizadores para mantener una temperatura ambiente constante para los huevos. Finalmente, en 2017, gracias al programa Iniciativa Galápagos de Galápagos Conservancy se  apoyó la modernización de los Centros de Reproducción y Crianza en Santa Cruz e Isabela con un nuevo y sofisticado sistema automatizado de incubación que utiliza microcomputadoras para controlar y regular la temperatura en las incubadoras.

El primer hito histórico del programa se dio en 1970, cuando se liberaron en la isla Pinzón las primeras 20 tortugas nacidas y criadas en cautiverio. Desde entonces, se han liberado casi 9.000 tortugas juveniles en sus islas de origen, es decir que un tercio de todas las tortugas gigantes de Galápagos que viven hoy en estado natural deben su existencia a los esfuerzos del programa de crianza en cautiverio. Por otro lado, debido a que persisten muchas amenazas para las tortugas gigantes, y su población actual corresponde apenas al 10% de su población original, la DPNG con el apoyo de Galápagos Conservancy y Conservando Galápagos, seguirán manteniendo los tres Centros de Crianza, además nos complace anunciar la reapertura del Centro de Reproducción y Crianza de la isla San Cristóbal en 2023. 

En la actualidad, los Centros de Crianza de tortugas gigantes de Galápagos albergan alrededor de 2.200 tortugas juveniles que pronto serán liberadas en sus islas de origen, sin embargo, otras miles más vendrán después de ellas.